Siento vergüenza frecuentemente, a veces culpa por no lograr lo que me propongo. La baja autoestima me genera problemas en mis relaciones, celos, enojos. Me frustro porque nadie puede entender lo que siento. Me obstaculiza conectar con el éxito o disfrutar de las experiencias. Esto me paraliza, me aíslo, me escondo y me comparo frecuentemente, pienso que otros/as tienen cosas que yo no puedo conseguir.
La autoestima es la forma en que nos valoramos, si bien no es un concepto psicológico ya que no se puede medir con objetividad, usamos esta palabra para hablar sobre baja y alta valoración propia. No es más que una forma de comparación con estados ideales o con lo que creemos que deberíamos ser. La baja autoestima es sentir que en esa comparación existen más criterios que no logramos cumplir, y se manifiesta como un dolor interno, como una fuerte angustia, como un vacío difícil de llenar. Nos contemplamos con tiranía, nos enojamos con nosotros mismos y nos frustramos por no poder cambiar. Esto puede estimular estados de estrés y hasta problemas físicos, tiene un efecto importante en nuestras acciones orientadas al éxito o a la felicidad.
No es un concepto psicológico pero se experimenta como un daño real, como un dolor real, psicoemocionalmente, en el día a día, la falta de amor propio tiene efectos terribles para una persona, por eso es necesario trabajarla.
En la consulta la usamos como punto de partida, el paciente que llega la usa para explicar esos estados de juicio frecuentes que le conllevan gran malestar. El espacio terapéutico entonces se orienta a ayudar al paciente a identificar y delimitar cuál es el alcance de lo que él/ella cree que es el amor propio, porque cada persona tiene su propio criterio y su propia escala de evaluación de lo deseable y lo indeseable. La terapia es un lugar donde podrás expresar todo eso que no puedes contar a tus personas cercanas, hablaremos mucho sobre lo que te está pasando, tus emociones, tus fracasos, tus enojos para con vos mismo/a, finalmente vamos a descubrir de dónde nacen todas esas inseguridades. Cuando detectamos esas experiencias dolorosas, recién podemos comenzar a trabajar sobre la reformulación de tu vida.
Aumentar el valor propio es un ejercicio, en nuestras sesiones aprenderás una forma nueva de relacionarte con vos, descartar lo que no funciona, aliviar tu angustia, y enfocarte en lo que deseas a partir de hoy, cómo deseas verte, quién deseas ser.
Probablemente todo este tiempo has considerado que no tiene solución, créeme, eso que sientes solo es resultado de formas incorrectas de interpretar la experiencia.
Puede que hayas encontrado información de todo tipo en internet o redes sociales, y todavía te preguntas porqué sabiéndolo todo no logras modificar esto; aquí la respuesta: la información que encuentras fuera de un espacio terapéutico es general, muchas recetas difíciles y formas que pueden haberle funcionado a otros; incluso este texto que estás leyendo no puede modificar nada en tus niveles profundos, la terapia psicológica si, porque en ese lugar emergerán cosas de tu vida que no puedes percibir conscientemente, de las que no te das cuenta pero están ahí con vos todos los días.
La primera sesión es para conocernos virtualmente, escucharé todo lo que necesites decir, haré lo posible por comprenderte y te devolveré información sobre cómo te veo y veo tu problema; tal vez pienses que solo necesitas autoestima pero pueden existir otros factores que están debajo de ella, saber siempre es mejor. Luego puedes decidir con toda libertad si deseas iniciar conmigo un trabajo profundo.
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